Impulsores: Conductas inconscientes que te hacen frenar.

Cada uno de nosotros podemos tener conductas o formas de actuar que hacen que nos estanquemos y quedemos suspendidos en mandatos  y aprendizajes que no son positivos. Estas conductas te brindan una sensación de que todo está bien, de que estás haciendo lo correcto, pero esa sensación es falsa, y es una forma inconsciente de “quedarte tranquilo”. En el fondo estas conductas hacen que avance un programa de vida negativo en tu vida.

Aunque este tipo de conductas se llaman impulsores, o “miniargumento”, en realidad son frenadores. Frenan tu posibilidad de crecer y de tener éxito, mientras que impulsan y sostienen conductas no beneficiosas, que resulta inadecuadas.

Hay cinco tipos de impulsores diferentes:

1- Sé perfecto

2- Sé fuerte

3- Apúrate

4- Complace

5- Trata más

 

Es posible que uno de estos sea el predominante en tu vida, detectarlo va a ser un primer paso a auto-conocerte y poder ajustar acciones para trabajarlo y dejar de frenar tu propio progreso. Aunque sus nombres parecen “buenos” cada uno de ellos contiene una desviación hacia un polo, que no te permitirá avanzar.

 

Los impulsores:

Se perfecto: Es tanta la exigencia de perfección, de tener cada detalle bajo control, de ser exacto que tiende a estar constantemente buscando más información que en el fondo le resulta inútil. Es de ese tipo de personas que no pueden distinguir lo importante de lo que no lo es. Por eso se tarda en tomar decisiones, vive viendo las opciones. Una vez que se decide por algo, al poco tiempo se arrepiente, porque cree que pudo haber hecho una mejor elección. Por lo general tiende a poseer rasgos obsesivos.

Vale aclarar que no es malo buscar la excelencia, lo desajustado es no avanzar debido a un perfeccionismo inútil.

 

Se fuerte: En quien predomina este impulsor hay una tendencia a guardar sus emociones, en especial esas emociones que podrían ser consideradas como símbolo de debilidad (tristeza, miedo). Son personas que, por lo general, no piden ayuda. Se muestra como una persona muy independiente, por lo que se dificulta el trabajo en equipo. En su forma de hablar denota una falta de compromiso con sus propias emociones, expresándose como si no fueran propias.

 

Apúrate: Quien tiene este impulsor lucha continuamente contra el tiempo. Tiene la sensación de que no logrará hacer las cosas a tiempo. Al apurarse cae, entonces, en errores, torpeza, accidentes o decisiones prematuras.

 

Complace: Este tipo de personas siempre está dispuesto, pareciera siempre muy amable y dadivoso. El problema es que termina dando en exceso y esperando así que también los demás lo complazcan, exigiendo en demasía también.

 

Trata más: Quienes tienen este impulsor realizan una descalificación interior, dónde piensan que nunca van a lograr sus objetivos, inconscientemente necesitan que les cueste (posiblemente por un mandato parental de “no me superes”). Es por esta razón que este tipo de personas hacen esfuerzos superfluos, poniéndose metas inalcanzables, o buscando métodos infructuosos para alcanzarlas. De esta manera terminan diciéndose a sí mismos, “lo intenté, pero era muy difícil”.  Tiene, de fondo, la idea de que todas las cosas hay que lograrlas con mucho esfuerzo, por lo cual, aunque sea fácil va a tener que encontrar la manera de que tenga un mayor grado de dificultad su logro.

 

¿Cuál es el tuyo?

El beneficio final de cada uno de estos impulsores/frenadores, es el de confirmar tu propia posición existencial, confirmando mandatos negativos que aprendiste,

Algunos de estos impulsores se contraponen. Por ejemplo si un “se perfecto” y un “apúrate” fueran de vacaciones juntos estarían inmersos en un circuito de discusiones constantes. Ya que el sé perfecto observaría cada hotel, con sus detalles costos y servicios, tardando mucho tiempo en tomar una decisión, mientras que el “apúrate” elegiría el primero de la lista. Así con cada excursión o posible salida, tornando ese viaje en una carga para ambos.

Muchas veces se tiene la idea, basada en el propio contexto, que algún impulsor es peor que otro. Ningún impulsor es peor que otro, todos tienen su medida de desajuste, y todos te pueden llevar al fracaso.

¿Notaste alguno en tu forma de actuar? Detectarlo ya es un primer paso hacia un cambio positivo.